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Aprender a hacer sus necesidades al aire libre

Un cachorro ha aprendido, gracias a un sistema 7️⃣ estricto de refuerzo positivo, que es bueno hacer sus necesidades al aire libre. Desafortunadamente, aún no entiende que hacerlo adentro 7️⃣ es malo. Puede ser que la distinción entre adentro y afuera no se le haya aclarado lo suficiente. O puede 7️⃣ ser que nuestro refuerzo negativo simplemente no sea efectivo.

"¡Estoy verdaderamente indignado!", le digo al cachorro, después de encontrar otra mancha 7️⃣ de orina en el salón. El perro, a quien he localizado en la cocina, no tiene la menor idea de 7️⃣ lo que estoy diciendo. Se sienta, cola pequeña golpeando contra el piso, esperando ser recompensado por algo que hizo bien 7️⃣ sin darse cuenta.

"El jardín está literalmente detrás de ti", le digo, señalando. "La puerta está abierta de par en par."

El 7️⃣ perro me mira, orejas hacia arriba, pensando: ¿está hablando de comida?

Incentivados por la comida

Los cachorros en general –y este en 7️⃣ particular– están altamente motivados por la comida, pero no desmotivados por la falta de comida. Fácilmente puedes enseñarle a un 7️⃣ cachorro a sentarse a cambio de un solo bocadito para perros, pero no puedes enseñarle a dejar de sentarse porque 7️⃣ no hay más bocaditos para perros. Y una vez que se ha introducido el tema de la comida, es muy 7️⃣ difícil cambiar de tema; la escuela ha terminado, básicamente.

La obsesión es absoluta. He tenido que engrasar las bisagras de todos 7️⃣ los armarios de la cocina, porque el chirrido de ellos al abrirse convoca al cachorro desde cualquier parte de la 7️⃣ casa. Las comidas son breves y frenéticas, y terminan con un cachorro mirándote con una expresión que dice: hagamos eso 7️⃣ de nuevo.

Compartiendo con el resto de la familia

"¿De dónde sacaste esa lechuga?", digo. Miro hacia abajo por el césped, donde 7️⃣ la tortuga me mira con rencor.

A media mañana, después de descubrir una mancha oscura en la alfombra de la escalera, 7️⃣ encuentro al cachorro en el jardín mordisqueando una cabeza de lechuga estresada.

"¿De dónde la sacaste?", digo. Miro más lejos por 7️⃣ el césped, donde la tortuga me mira con rencor.

"¿Se la quitaste a él?", digo.

El perro desgarra una hoja de lechuga 7️⃣ y la hace volar por el aire.

"Bueno, quería hablar de otro asunto", digo.

El perro se para y orina al aire 7️⃣ libre.

"¡Bien hecho!", digo. "Buena chica, etcétera. Pero este otro..."

El perro corre a la cocina y se sienta al lado del 7️⃣ cajón donde están los bocaditos para perros.

"Está bien", digo, siguiéndolo.